He corrido casi 30 minutos, mirando hacia atrás, buscando divisar si es que alguien me sigue. Maldita sea me pregunto parado en la oscuridad como puede haber tanto mal nacido en esta puta ciudad.
Estoy más machucado que membrillo de colegial y mi ropa esta echa jirones, solo el hecho de recordar lo sucedido me hace doler el cuerpo. Hecho mi última mirada hacia atrás antes de echarme a caminar riéndome de lo sucedido y moviendo la cabeza de un lado hacia otro.
He entrado a un bar de poca monta ubicado en plena alameda o eso se me viene a la memoria, no hay mucha gente solo unos cuantos parroquianos, alumbrados por una luz tan tenue que los rostros parecen disfrazados por la noche. Se me acerca una chica la cual me pregunta que es lo que me voy a servir parándose a un costado de la mesa, yo presintiendo la pregunta le digo una Escudo y si me puede traer un cenicero.Trago unos cuantos sorbos de cerveza acompañados por una gran nube de humo. La verdad es que no me ciento con ganas de parrandas esta noche, así que decido largarme y volver a la calma de mi hogar. Salgo por la puerta prendiendo un cigarrillo pensando en nada distraído por todo, no alcanzo a dar cinco pasos y soy sacado de mi mismo por un pobre Gil que me machetea un cigarrillo poniéndose frente a mi, yo muy cortes mente cosa que me caracteriza le digo que no tengo y sigo adelante, no alcanzo a pasarlo y me toma por el brazo diciéndome que no sea cagao. Ya sacado de quicio miro mi cigarrillo y le digo sírvete apagándole el cigarrillo en un ojo y aprovechándome del pánico le aforro un saca moco con la otra. No se como ni cuando pero la verdad no se de adonde salio tanto Gil culiao, habían hasta minas rodeándome, así en un dos por tres me estaban machacando, una mina me tiraba el pelo otro Gil me daba de puntapiés y otro me daba duro y parejo en la espalda, de tanto jaleo caigo de rodillas acompañado de una patada en el hoci, rodé por el suelo para poderme zafar de estas cariñosas personas de las cuales ya me estaba haciendo amigo; me paro por acto reflejo y corro acompañado pon una verborrea de alabanzas que daban todas estas personas, cruzo la alameda como si tuviera diarrea por lo rápido que iba, miro hacia atrás y como manada de perros hambrientos veo que me persiguen, cojo un camote, y sigo corriendo con el camote en la mano, me saco la chaqueta que ya estaba echa mierda y meto en un bolsillo el camote, le doy un par de vueltas a la chaqueta y como mazo lo embisto en un par de perros que ya me habían dado alcancé. No es que gocé con estas situaciones, pero que disfruté partir un par de cráneos, lo disfrute; luego de eso me eche a correr. He corrido casi 30 minutos, mirando hacia atrás, buscando divisar si es que alguien me………
Estoy más machucado que membrillo de colegial y mi ropa esta echa jirones, solo el hecho de recordar lo sucedido me hace doler el cuerpo. Hecho mi última mirada hacia atrás antes de echarme a caminar riéndome de lo sucedido y moviendo la cabeza de un lado hacia otro.
He entrado a un bar de poca monta ubicado en plena alameda o eso se me viene a la memoria, no hay mucha gente solo unos cuantos parroquianos, alumbrados por una luz tan tenue que los rostros parecen disfrazados por la noche. Se me acerca una chica la cual me pregunta que es lo que me voy a servir parándose a un costado de la mesa, yo presintiendo la pregunta le digo una Escudo y si me puede traer un cenicero.Trago unos cuantos sorbos de cerveza acompañados por una gran nube de humo. La verdad es que no me ciento con ganas de parrandas esta noche, así que decido largarme y volver a la calma de mi hogar. Salgo por la puerta prendiendo un cigarrillo pensando en nada distraído por todo, no alcanzo a dar cinco pasos y soy sacado de mi mismo por un pobre Gil que me machetea un cigarrillo poniéndose frente a mi, yo muy cortes mente cosa que me caracteriza le digo que no tengo y sigo adelante, no alcanzo a pasarlo y me toma por el brazo diciéndome que no sea cagao. Ya sacado de quicio miro mi cigarrillo y le digo sírvete apagándole el cigarrillo en un ojo y aprovechándome del pánico le aforro un saca moco con la otra. No se como ni cuando pero la verdad no se de adonde salio tanto Gil culiao, habían hasta minas rodeándome, así en un dos por tres me estaban machacando, una mina me tiraba el pelo otro Gil me daba de puntapiés y otro me daba duro y parejo en la espalda, de tanto jaleo caigo de rodillas acompañado de una patada en el hoci, rodé por el suelo para poderme zafar de estas cariñosas personas de las cuales ya me estaba haciendo amigo; me paro por acto reflejo y corro acompañado pon una verborrea de alabanzas que daban todas estas personas, cruzo la alameda como si tuviera diarrea por lo rápido que iba, miro hacia atrás y como manada de perros hambrientos veo que me persiguen, cojo un camote, y sigo corriendo con el camote en la mano, me saco la chaqueta que ya estaba echa mierda y meto en un bolsillo el camote, le doy un par de vueltas a la chaqueta y como mazo lo embisto en un par de perros que ya me habían dado alcancé. No es que gocé con estas situaciones, pero que disfruté partir un par de cráneos, lo disfrute; luego de eso me eche a correr. He corrido casi 30 minutos, mirando hacia atrás, buscando divisar si es que alguien me………
A. Nain.
No comments:
Post a Comment