18 November 2010
He golpeado la puerta de tu mundo con demasiada violencia que te he asustado, y en la boca me ha quedado un hilillo de voz del cual las palabras ya ni se notan.
Estoy con mis piernas dobladas viendo girar al sol, esperando que la primavera no me alcance para no tener que recordar mi intento fallido, para no tener que temblar de desesperación, con el corazón en la mano, con el pecho terriblemente herido.
Estoy solo como huérfano. Alejándome te diviso en mis recuerdos, alejándote te diviso tan, pero tan lejana.
He golpeado tu puerta y no me has contestado y mi corazón se ha entumesido en mi mano.
Me pregunto para mis adentros a donde se dirigen los barcos de mi mente, ya que mi mar se derrama de mí ser.
He golpeado tu puerta más fuerte, esperando que escucharas mi llamado, ya que creí a ver escuchado el tuyo.
Me deslizo sobre mis pasos, recojo mis fragmentos, caigo sobre la noche con el pecho abierto, con el corazón en la mano.
20 October 2010
Suena el despertador roncando en mi mente la idea de levantarme, prepararme para la marcha del día. Pido tiempo extra dentro mío para rumear la decisión de sobreponerme a la pereza de la mañana.
El frio me sumerge en un letargo del cual con un gran esfuerzo me libero de las sabanas que arrullan a mi existencia.
Me resbalo fuera de la cama estremeciéndome calmadamente frente a mi decisión de abandonar tan agradable lecho, dirigiéndome raudo al baño dejándome despertar por completo por un chorro cálido de agua que baña mi cuerpo.
Me someto a la costumbre de los días como un buen becerro, me sumerjo y vuelvo a emerger de mis cavilaciones diarias. Me cepillo los dientes frente a un espejo del cual el reflejo que allí se sostiene esta convencido de sus decisiones.
Me apuro corriendo sobre mis pasos que se dirigen a la cocina para tomar alimento, para mascar la mañana que se empieza a desbordar por las montañas, un café es lo ideal para finalizar tal asalto a las reservas que empiezan a menguar.
Salto sobre la noche que aun quiere bailarse su ultimó vals y como una turba de maleantes el frio se abalanza sobre mí, apuro mi andar hasta el subterráneo en el cual está la muchedumbre en donde yo soy parte de ellos desde afuera y desde mi interior trato de estar tan lejano, me abandono a la cotidianeidad de los días, despejando mi mente abrazando la reflexión esperando el tren.19 July 2010
Me rió y no soy un comediante. Estoy sonriendo como un payaso, como si me hubieran contado un maldito chiste del cual no pudiera desligarme, las cartas caen como copos de nieve, las lagrimas se suceden como coches en la autopista.
Mi mente retumba con el sonido de la batería, escuchando entre medio del sonido silabas ininteligibles me limito a asentir con la cabeza como queriendo decir te entiendo.
Soy un maldito sordo a las palabras dichas a la distancia, me agito con la multitud en una viscosidad invisible, me estremezco en medio de la masa saboreando él momento.
Caigo, subo, me alejo y vuelvo; me hago el sordo cuando me hablan al oído moviendo mis cejas como si me importara lo que me dices.
Te sierro un ojo como queriendo decir estoy contigo. Me rio no lo puedo aguantar pobre iluso te has equivocado.
E cogido una almohada de piedra
Con ribetes color púrpura.
Trazos en un cuadro,
Caminos en un mapa.
Entierro mis extremidades
En la arena, gránulos
Del tiempo Se deslizan por mis palmas.
Clavo mi mirada en un espejo
Volviéndome transparente.
No hay botellas que encierren mi espíritu
Ni néctares que turben mi mente.El cielo con las viseras al aire
Sangra ininterrumpidamente.
En el aire se escucha a lo lejos un canto
Cual gorrión arrancado de su nido.
Por la ventana el busto de una mujer
Tienta la imaginación.
El mármol de la mente se desastilla
Con cada gota que se desprende de la cúpula celeste.
No hay quien sostenga a la luna,
Su mar derramándose por el cosmos esta.
El mundo necesita de un atlas.
Sobre un rincón yacen sus brazos.
Sobre el pedregal florece
El llanto de un anciano,
El cielo se nos viene encima.