Debajo de mi cama hay un mar de pisadas,
Hay peses de colores y bellos corales,
Hay cuevas llenas de tesoros,
Perlas tan grandes como puños cerrados.
Las aguas recolectan los rayos de sol que se dejan caer.
Proyectando la luz sobre cada perla, iluminado las profundidades
Tanto como se puede. Y la luna en las noches de calor deja caer su luz plateada
Sobre las olas simulando un centenar de caballos crepitando.
En la orilla encallado están los restos de una bestia no conocida por hombre.
Sus huesos blancos como la nieve son vestigio de un tiempo no conocido
Debajo de mi cama hay un mundo
Que va más allá de mi propia imaginación.
Regido por sus propias reglas y gobernado por su propia fauna.
Cada noche bajo ha el sumergido como dios y esclavo.
Viendo como cada pisada va más allá de mi cama.

A.Nain.