21 September 2006

La llamé en cuanto llegué a casa. Durante el viaje no había probado ni una pizca del erotismo de Carla. Me sentía ansioso, y hacía esfuerzos por no incurrir en la conducta de siempre. Tocaba mi zona pudenda sin saberlo. Satisfacía en algo mi deseo, pero pensaba en matarlo. Resistí poco tiempo.

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